miércoles, 23 de febrero de 2022

Una nueva explosión de los alimentos

 En este siglo XXI en el que el crecimiento poblacional no frena más que muy lentamente, el calentamiento global se acelera y las posibilidades de expandir las áreas agrícolas se reducen o se hacen a un costo ambiental catastrófico, no puede sorprender que el precio de los alimentos se dispare. En febrero de 2022 alcanzan un máximo en 9 años pero pueden en pocas semanas más cruzar todas las referencias conocidas. 

La soja cruza los US$ 600 y sigue, el trigo cruza los US$ 300 y sigue. En este mundo distópico, a la escasez de alimentos se suma la guerra, la Rusia imperial e imperialista se dispone a avasallar a Ucrania, lo que disparará aún más el precio de los granos, los aceites, los fertilizantes, el petróleo. 

Los economistas tradicionales seguirán evaluando subir tasas de interés, seguirán sin entender que las materias primas han ingresado en una nueva fase. Cuando las olas de calor arrasan a los cultivos y cuando la demanda supera estructuralmente a la oferta porque no se puede vivir sin comer ni se pueden fabricar alimentos en gran escala sin lluvias, no hay política monetaria que lo resuelva.

Será muy complicado para Medio Oriente esta nueva fase de altos precios de alimentos, al menos para los países no petroleros. Será muy complicado para Occidente frenar a la alianza de China y Rusia en esta nueva guerra fría que aspira a arrebatar Ucrania, Taiwan y quien sabe qué más. 

Vivimos tiempos tremendamente turbulentos y lo único que puede pronosticarse es que la turbulencia será cada vez mayor.

martes, 9 de febrero de 2021

 Otra ola malthusiana

Si todos los chinos quieren comer carne tal como hacemos los uruguayos o en general los occidentales pudientes, el planeta no alcanza para proveerlos. Porque por cada kilogramo de carne vacuna producida se necesitan aproximadamente 7 kilogramos de grano. Y los chinos quieren comer carne como nunca en su milenaria historia.

De modo que ha vuelto la soja a US$ 500 por tonelada. Una gran oportunidad para algunas agriculturas, una gran amenaza para las florestas biodiversas de Amazonia y el sureste de Asia donde las palmas aceiteras seguirán expulsando a orangutanes y demás animales.

Y guay de que el clima altere la próxima zafra de soja de EEUU o complique lo que queda de la zafra del Mercosur. Allí, el precio se disparará más, arrastrará al maíz y al trigo y las tensiones sociales se multiplicarán. El anterior pico de precios en 2008 causó la Primavera Árabe y luego la oleada de terrorismo del ISIS. 

Nuevamente un tampa malthusiana, para una década apasionante de tecnología pero que sigue dependiendo como desde que se inventó la agricultura hace más de 10.000 años, de que la tierra provea el sustento y las lluvias no fallen.

domingo, 29 de mayo de 2016

El nuevo equilibrio de las materias primas

Pasada la era de la restricción en la oferta de petróleo para hacer frente a las necesidades crecientes de la demanda de China y EEUU, consolidadas las nuevas tecnologías de energías limpias, las materias primas están ante un nuevo equilibrio: ni precios tan altos como los de 2008-2013 ni tan bajos como los del siglo XX.
El crecimiento de la demanda persiste, la reconversión de China y otras economías emergentes a un consumo mucho mayor de proteínas, el aumento poblacional, siguen siendo factores que inciden. Por otro lado, la fuerte respuesta de la oferta de energía y granos, la menor incidencia de los biocombustibles, un crecimiento económico más moderado, un dólar un poco más fuerte con tasas de interés en EEUU en leve ascenso rediseñan un equilibrio nuevo.
¿Cuál será el próximo factor disruptivo?
El cambio climático.
Las temperaturas en ascenso, los fenómenos extremos cada vez más frecuentes, la acidificación de los océanos, la pérdida de biodiversidad, el agotamiento de los recursos pesqueros, la erosión y la captación de tierras suburbanas por la urbanización creciente son todos factores que siguen pesando para que el mercado de los alimentos y la energía vayan en gradual recuperación este año.
La política internacional?
La consolidación de grupos islámicos extremistas y la baja del precio del petróleo ponen a un grupo de países en una situación que va de la fragilidad a la posibilidad de un colapso. Arabiá Saudí, Nigeria, Libia, van en rumbo insostenible y sobre su derrumbe una lógica de fundamentalismo puede desestabilizarlo todo, con consecuencias muy graves para el mundo. Y el shock sería lo suficientemente fuerte como para provocar oscilaciones importantes en las materias primas.
De modo que estamos ante un nuevo status quo en las materias primas, que será roto por catástrofes climáticas y/o políticas. Veremos que fuente de inestabilidad llega primero.

domingo, 28 de febrero de 2016

Otro año récord de temperatura

Enero ha sido el mes más anómalo de la historia por exceso de temperatura. Febrero, cuando aparezcan los datos, confirmará una situación de temperaturas extremadamente altas. En el hemisferio Sur, y en particular en Uruguay, pero también en el hemisferio Norte, particularmente en el polo Norte, donde la temperatura ha sido 4 grados por encima de lo normal. En invierno, en el polo Norte se sigue derritiendo el hielo. La humanidad sigue por un camino de insustentabilidad.
Eso todavía no se ha expresado en problemas climáticos que alteren los cultivos en las zonas clave. Pero más tarde o más temprano eso sucederá y será el causante del próximo repunte de precios de los alimentos.

jueves, 21 de enero de 2016

Una era post petróleo

Mientras el precio del petróleo cae en forma imparable, parece necesaria una reflexión en torno a la agricultura que viene en una era en la que la forma principal de energía parece haber quedado obsoleta.
Por un lado, el cambio tecnológico fue más veloz de lo que podría haberse previsto. La bifurcación clave es la siguiente: O bien esta baja es la victoria de las energias alternativas, o bien los saudies inundando al mercado quiebran a las energías alternativas y logran mantener la dependencia mundial del petróleo por unos años más.
Mientras eso se dilucida, el precio de los granos usados para energía, como el maíz para etanol y la soja para el biodiesel seguirán bajos, la economía brasileña seguirá sufriendo y con una moneda de valor depreciado y países pequeños y creativos como Uruguay deberán explorar alternativas.
A la hora de buscar alternativas, los lectores podrían googlear la palabra hemp.

jueves, 27 de noviembre de 2014

El quiebre del petróleo, una nueva era para las materias primas

La fase maltusiana de las materias primas ha quedado definitivamente atrás esta semana con la decisión de los países de la OPEP en este histórico 27 de noviembre de mantener la produccion de petróleo.
Tras el atentado de las torres gemelas del 11 de setiembre que marcó el comienzo político y cultural del este oscuro siglo XXI, la energía se había vuelto un bien escaso. EEUU era el principal importador mundial. Su producción iba en caída desde hacía décadas. La China emergente compraba cada vez más. Y un grupo de terroristas saudíes -los mayores exportadores mundiales- provocaba el mayor atentado de la historia al mayor importador mundial.
EEUU echó mano al maíz para empezar a frenar su necseidad de petróleo y durante 12 años el mundo tuvo precios altos del petróleo y de los granos.
Pero no sólo recurrió a los granos. Apostó a la innovación, como todo el mundo. Europa se la jugó a sustituir la energía fósil por energías renovables. EEUU apostó a nuevas formas de sacar la energía fósil que le quedaba. Y los árabes siguieron enterrándose en la mayor crisis de su historia como civilización, ahogándose en un mar de facciones matándose mutuamente.
El uso de petróleo para generar energía eléctrica será en poco tiempo más algo del pasado. La demanda se estabiliza, la oferta de EEUU se dispara.
En una primera instancia eso equilibró al mercado, que permaneció varios meses en US$ 110. Y desde julio hasta ahora estamos ante un fenómeno histórico. El petróleo se desploma. Está en el nivel más bajo en cuatro años y ahora puede suponerse que siga bajando. Los 30 millones de barriles diarios que producen los países de la Organización de Exportadores de Petróleo son más de lo que el mundo precisa.
Dentro de la Opep, un grupo de países en general bastante patéticos, donde la democracia y la sensatez económica escasean, las posiciones estaban divividas. Los jeques que están sentados sobre un océano de petróleo y billetes como Arabia Saudí no tienen problema con que el petróleo baje. Los saudíes tienen US$ 700.000 millones en reservas. Pueden perder dinero algunos años si con eso logran frenar los proyectos de energía alternativa.
Pero países como Venezuela o Irán, precisan urgentemente mejorar sus ingresos de caja. Querian recortar la producción. Pero quedaron en minoría.
La mayoría de los analistas consideraba previamente al encuentro que un recorte de un millón de barriles por día, es decir llevar la producción de 30 a 29 millones, no evitaría que el mercado se siguiera saturando. Porque EEUU con el fracking y el shale gas, está sacando energía fósil a borbotones. Ganando en competitividad, acelerando su economía, y con la bolsa de Valores marcando récords a través del Dow Jones.
En países como Nigeria, Irán, Irak, Libia, Venezuela, la baja de precios acentuará los dramas que esas sociedades ya atraviesan. Tensiones sociales enormes, facciones en lucha, estados fallidos. En el caso de Libia una anarquía que no imaginaría el más exagerado de los autores de ciencia ficción.
Para Uruguay es una comprobación más que la cautela debe  primar. El precio de los granos fue asociado con el petróleo hacia arriba cuando la euforia de los biocombustibles. ahora seguramente también acompañe en la baja. Es más los propios biocombustibles que fueron tan promocioados pueden quedar en poco tiempo más bastante obsoletos, tratando de sustituir a un combustible que cada vez abunda más.
En los países en los que el costo de la energía baja, la competitividad mejora y las economías pueden salir de su gran debilidad. Europa ha hecho una apuesta a independizarse de la energía fósil que la hace beneficiarse menos de esta baja del petróleo aunque tal vez en el largo plazo logre la competitividad más valedera a través de sus proyectos que combinan energía nuclear, solar y eólica entre otras.
La decisión de la OPEP consolida una nueva era de combustibles mucho más baratos que antes. Imprescindiblemente baratos porque si no son así en Uruguay se dejará de ser competitivo con el resto del mundo.
El cimbronazo será espectacular. La Rusia de Putin queda mucho más acorralada, el rublo se devaluará más de lo que ya lo ha hecho, Europa seguirá creciendo a tasas bajas, luchando por construir su futuro de energías limpias pero caras. Los pobres árabes acentuarán su abismal debacle con un ajuste fiscal en la mayoría de los países inevitablemente derivado de este proceso. Argentina que estaba jugada a su mega yacimiento de Vaca Muerta tanto demoró que ahora quien sabe si arranque. El destape de las irregularidades abismales de Petrobras en Brasil tendrá una mayor dimensión porque a esas empresas se les terminan los superávit fáciles.
Y Ancap deberá en algún momento abandonar esta sigilosa contribución a equilibrar las cuentas del Estado, obteniendo una ganancia monopólica por vender referenciado a US$ 110 por barril lo que está comprando a menos de US$ 80.
El mundo se irá liberando de la necesidad de usar granos para alimentar motores de autos. El tsunami de petróleo que parte de EEUU lo está cambiando todo. Y a una velocidad de vértigo en el resto del mundo. En Uruguay todo demora un poquito más. Tras 12 años de amenaza maltusiana el ingenio humano ha vuelto a poner disponible energía en abundancia. Una etapa nueva a la que hay que adaptarse.

martes, 21 de agosto de 2012

Otro récord de precio de los granos. Otra crisis alimentaria que se va formando para 2013. ¿podrá algún tipo de medida política frenar el ascenso? Trigo, soja y maíz, los tres pueden subir bastante más desde los niveles actuales. Si además se instala sequía en el centro de Brasil, algo que nadie está mirando... Esto puede ser realmente explosivo.