domingo, 29 de mayo de 2016

El nuevo equilibrio de las materias primas

Pasada la era de la restricción en la oferta de petróleo para hacer frente a las necesidades crecientes de la demanda de China y EEUU, consolidadas las nuevas tecnologías de energías limpias, las materias primas están ante un nuevo equilibrio: ni precios tan altos como los de 2008-2013 ni tan bajos como los del siglo XX.
El crecimiento de la demanda persiste, la reconversión de China y otras economías emergentes a un consumo mucho mayor de proteínas, el aumento poblacional, siguen siendo factores que inciden. Por otro lado, la fuerte respuesta de la oferta de energía y granos, la menor incidencia de los biocombustibles, un crecimiento económico más moderado, un dólar un poco más fuerte con tasas de interés en EEUU en leve ascenso rediseñan un equilibrio nuevo.
¿Cuál será el próximo factor disruptivo?
El cambio climático.
Las temperaturas en ascenso, los fenómenos extremos cada vez más frecuentes, la acidificación de los océanos, la pérdida de biodiversidad, el agotamiento de los recursos pesqueros, la erosión y la captación de tierras suburbanas por la urbanización creciente son todos factores que siguen pesando para que el mercado de los alimentos y la energía vayan en gradual recuperación este año.
La política internacional?
La consolidación de grupos islámicos extremistas y la baja del precio del petróleo ponen a un grupo de países en una situación que va de la fragilidad a la posibilidad de un colapso. Arabiá Saudí, Nigeria, Libia, van en rumbo insostenible y sobre su derrumbe una lógica de fundamentalismo puede desestabilizarlo todo, con consecuencias muy graves para el mundo. Y el shock sería lo suficientemente fuerte como para provocar oscilaciones importantes en las materias primas.
De modo que estamos ante un nuevo status quo en las materias primas, que será roto por catástrofes climáticas y/o políticas. Veremos que fuente de inestabilidad llega primero.