domingo, 2 de agosto de 2009

Guerra de trincheras en Argentina

El gobierno no capitula y sigue dispuesto a mantener las retenciones, a pesar de que en las últimas elecciones pareció que el costo político por sostener los impuestos a las exportaciones hacen naufragar el buque k.
¿Seguirá bajando el área sembrada de todo lo que no sea soja? Los primeros datos no demorarán en llegar, la siembra de verano empieza en pocos días en el norte.
Tras reunirse con la Mesa de Enlace por primera vez en meses, el Gobierno anunció que abrirá las exportaciones de trigo y maíz con un mecanismo consensuado para garantizar el abastecimiento interno. Además, sostuvo que se mejorarán las condiciones de exportación de carne. Pero no se tocarán las retenciones a los granos, no sólo de la soja sino tampoco del trigo y del maíz, como se había especulado. Las entidades del campo se quedaron con sabor a poco, aunque falta la respuesta oficial de las entidades. El encuentro en la Casa de Gobierno duró dos horas y media. Por el lado del Gobierno estuvieron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y los ministros de Economía, Amado Boudou, y de la Producción, Débora Giorgi. La Mesa de Enlace estuvo representada con los cuatro titulares de las principales entidades rurales, sin secretarios ni encargados de prensa. Los dirigentes ruralistas se fueron de la Casa de Gobierno sin hacer declaraciones, aunque por algunos gestos a los periodistas de la Sala de Prensa, entre ellos el enviado de Clarín.com, el balance fue regular. En lo concreto, un rato después aparecieron Fernández, Boudou y Giorgi para dar las conclusiones oficiales. Hubo una larguísima introducción de la ministra de la Producción sobre los grandes temas tocados, disparando cifras y más cifras del aporte del Gobierno y la situación del área: desde montos de créditos hasta bajas en los costos de las maquinarias. Luego, Boudou defendió con fuerza "el sostenimiento del superávit fiscal". Primera señal de que no iba a haber retoques en las retenciones. Fernández dio las tres principales medidas, después de aclarar que en la reunión "no había límite en la agenda y fuimos respetuosos". Básicamente se abre en su totalidad la exportación de trigo y maíz con un mecanismo consensuado entre las partes para sostener el abastecimiento interno. También se reduce el encaje (lo que debe quedar en bodega para poder exportar) de carnes: pasa del 65 por ciento a un 30 por ciento. Y en los cortes Premium se elimina el encaje. Además, se mejorarán las compensaciones a la cría de novillos pesados con destino a invernada. De retenciones, finalmente, nada, aunque se especulaba con alguna decisión inmediata vinculada al trigo y al maíz. De hecho, Aníbal Fernández respondió de forma errática a algunos interrogantes de los periodistas, como en el referido a si iba a haber otro encuentro y cuándo. El encuentro vino precedido por el acuerdo para la industria lechera anunciado ayer por Cristina Kirchner y que tampoco conformó. El titular de la Rural, Hugo Biolcati, reconoció que "es positivo, pero no la solución" y que el Gobierno está poniendo " un parche arriba del otro".

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